1/25/2016

Buscando miradas

Sus ojos se buscaron en los míos y se encontraron.


     Se encontraron en el lago de la felicidad que inundaba mi alma.

Su lago empezó a desbordar emoción y alegría haciendo que unas lágrimas dulces bañaran sus mejillas.
¿Por qué se que eran dulces?

Porque las lágrimas morirían en mis labios tras fundirnos en ese beso que ambas almas esperaban. Ni el frío consiguió apagar la llama que se prendía en ese momento en el corazón de ambos, llamas que han prometido mantener vivas pase lo que pase.

Llamas a las que esperan nombrar....

Y el nombre será amor